¿Qué pasaría si todo el mundo fuera como mi tío?

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Supongo que no existiría Instagram, sería normal ir a comer a casa de tu vecino, las tiendas de barrio estarían a tope y continuaríamos celebrando los cumpleaños de la gente que ya no está.

¿Qué aprendemos de las personas que nos parecen distintas? ¿Somos realmente receptivas a lo que aportan al mundo o nos fijamos en lo que no son? ¿Somos igual de receptivas con aquellas personas que no "producen" nada en especial?

“Mi Tío” es una creación de pequeño formato en la que Anton Coimbra habla sobre su tío, una persona de ochenta años con autismo que, poco a poco y sin quererlo, deconstruye algunos de los pilares que definen cómo vivimos actualmente en las sociedades "modernas". Una crítica al narcicismo actual y a la vez una oda a aquellas personas infravaloradas por la sociedad debido a su problemática en salud mental, y que a menudo son apartadas por no cumplir con los “cánones” habituales.  

La pieza es una composición visual y multidisciplinar (objetos, sombras, instalación, creación sonora) que explora las pequeñeces y grandezas de la vida de una persona con autismo, y que muestra sobre todo qué sí aportan estas personas al mundo.